Friday, June 24, 2005

Los problemas de Catalunya, parte VI

Los intelectuales

Voy a hablar un poco del manifiesto que creó tanto revuelo no hace mucho en los medios catalanes. Tengo un chiste de La Vanguardia al respecto:

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Este chiste es injusto, hay gente muy catalana y que quiere mucho a Catalunya con todos sus símbolos entre los firmantes. El señor Boadella, outsider consumado, es un buen ejemplo. Seguramente aciertan al decir que el castellano, por mas fuerza que tenga, se desconoce en Catalunya. Conoci una chica argentina que decía que aquí, al estudiar en una lengua y hablar en otra, acababamos no sabiendo ninguna de las dos, y hasta cierto punto tenía razón, conozco muy poca gente que escriba competentemente en las dos lenguas.
Tambien aciertan cuando dicen que el nacionalismo, o mejor, el victimismo se utiliza como pantalla para tapar los errrores del govern y los problemas reales de Catalunya. Llevo unos cuantos blogs hablando sobre el tema, en particular el artículo del blog anterior refleja de una manera concisa mi punto de vista.
Sin embargo se equivocan hablando del sectarismo de los medios oficiales y se equivocan también cuando dicen que no hay posibilidad de escapar del nacionalismo en el arco parlamentario. Para empezar, la política catalana tiene 2 dimensiones. Izquierda-Derecha (es broma... Mejor Moderado-Reaccionario) y Nacionalista-No nacionalista. En Euskadi no hay esa posibilidad de elección, hay dos frentes. Sin embargo en Catalunya todos los partidos quieren gobernar, por lo que todos adoptan posturas nacionalistas, que despues de todo es el sentimiento mayoritario y tratan todos de hacer la rosca al electorado castellanoparlante, porque después de todo no se pueden ganar elecciones sin él.
Unas palabras sobre el señor Boadella. Creo que es una persona seria, y me cae bien, pero en su actitud de provocador oficial ha perdido el rumbo en algún momento. Se equivoca al hablar de la esquizofrenia como un hecho característico catalán. Puede que lo sea, pero tiene que entender que la suya como postura de amor a la patria no es generalizable. Es como la fe de Unamuno, es algo demasiado personal. Por seguir con la analogía de la fé el nacionalismo que se estila es el “nacionalismo del carbonero”, el del o estás conmigo o estás contra mí, y su punto de vista, como el mío, no tiene esperanza.

O puede que sí. Reproduzco aquí un artículo de Manuel Trallero en La Vanguardia. Coincido en casi todo lo que dice, pero no me gusta que no se moje diciendo cómo y por qué le molesta el manifiesto.

Linchamiento en Catalunya

MANUEL TRALLERO - 13/06/2005


No he firmado, ni pienso hacerlo, el manifiesto en el que unos intelectuales catalanes reclaman la creación de un partido español en Catalunya, porque estoy en casi completo desacuerdo con todo lo que dicen, como lo estuve con el Fòrum Babel o lo estoy con ¡Basta Ya! O con Convivencia Cívica Catalana. Pero, dicho esto, me parece tan legítimo defender que Catalunya es una región más de España, como propugnar la separación de la misma y su independencia como Estado libre. Es tan lícito ser españolista, como ser catalanista, nacionalista o independentista. Lo que ya no es de recibo es el acoso mediático a que se ha sometido a los promotores de la idea, a base de descalificaciones personales como las llevadas a cabo por el señor Bargalló o poniendo sorna a su condición de intelectuales o de algún líder de ERC tildándoles de pijos -por lo visto Maragall o Nadal proceden de la clase obrera y del pueblo llano- o del propio presidente de la Generalitat, quien les calificó de "caballos de Troya", es decir, traidores.

Se les ha demonizado tildándoles de "lerrouxistas", un fenómeno político de hace casi cien años, y que guarda tanta relación como un huevo con una castaña, o de seguidores de Jiménez Losantos, alguien que me repatea vivamente los higadillos cada vez que le escucho, pero de quien nadie por lo visto recuerda que unos supuestos patriotas catalanes le pegaron dos tiros. Incluso se ha querido ver un precedente en el manifiesto que éste y Amando de Miguel encabezaron años atrás, dos individuos que no eran catalanes como los de ahora, donde los hay con obra escrita en catalán. Se han llegado a buscar explicaciones en las posiciones franquistas de los padres de alguno e incluso, está escrito en la prensa, en la cara de uno de los promotores durante una entrevista televisiva.Un argumento antropomórfico realmente espeluznante.

Es decir, que en Catalunya la disidencia es vista como una anomalía, a la que hay que buscarle explicaciones fuera del terreno de las propias ideas. No puede ser que alguien piense distinto, como piensa la mayoría, requiere una explicación y en ocasiones se recurre a la psicología y se habla del autoodio. En Catalunya vivimos bajo el síndromed e la Assemblea de Catalunya, los de dentro son los buenos, los de fuera los enemigos. En Catalunya vamos cogidos de la mano y nos pasamos el porrón, siempre los mismos, los buenos catalanes. Puro maniqueísmo.

Estamos haciendo con ellos el mismo linchamiento moral que hizo la prensa madrileña con Carod-Rovira, tras su entrevista con ETA, y colocándonos a su mismo nivel, exactamente igual.

Thursday, June 23, 2005

Los problemas de Catalunya, parte V

Hoy, finalmente, para aquellos de entre mis inexistentes lectores que se preguntan cuáles son los problemas de Catalunya según mi modesta opinión, o que se preguntan si todo eso no será nada más que un gancho o una digresión shandiana, voy a dar mi opinión. Bueno, la mía no, la de una persona diferente, pero con la que coincido plenamente.


TRIBUNA: VICENÇ NAVARRO

Clases sociales en Cataluña

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas en la Universidad Pompeu Fabra.

EL PAÍS - 02-01-2005

Nuestra estructura social muestra no sólo que continúa habiendo clases sociales, sino que estas categorías son fundamentales para el análisis

Una de las situaciones que me ha sorprendido más cuando me he reintegrado a Cataluña y España después de vivir en el extranjero durante muchos años ha sido la falta de ciertos términos y conceptos en sus culturas políticas y mediáticas. Términos tales como burguesía, pequeña burguesía o clase trabajadora, por ejemplo, apenas se utilizan en aquellas culturas dando la impresión de que las clases sociales han dejado de existir en este país. Sólo aparecen cuando se define a las sociedades catalanas o españolas como sociedades de clases medias en las que la gran mayoría de la ciudadanía es o se considera de clase media. En apoyo a esta interpretación de la estructura social catalana o española se muestran encuestas que señalan que la mayoría de los catalanes y españoles se definen como de clase media. Tal interpretación de nuestra estructura social, sin embargo, es errónea. Un análisis riguroso de la estructura social española muestra no sólo que continúan habiendo clases sociales (burguesía, pequeña burguesía, clase media y clase trabajadora), sino que estas categorías analíticas son las más importantes para entender dimensiones muy importantes del país. En realidad, las encuestas que indican que la mayoría de la ciudadanía se autodefine como de clase media, se basan en una pregunta en la que se le dice a la ciudadanía: "¿Es usted clase alta, media o baja?", lo cual invita a que la mayoría se defina de clase media. El término clase baja es insultante, y origina un rechazo en la mayoría de personas que responden tal pregunta. Sin embargo, cuando a la ciudadanía se le pregunta utilizando aquellos términos de clase social, la mayoría se define como perteneciente a la clase trabajadora (en realidad, el 70% de la población de la región metropolitana de Barcelona es clase trabajadora, según la Encuesta Metropolitana de Barcelona).

En Cataluña, entre el 30% y el 35% de renta superior del país (burguesía, pequeña burguesía y clase media profesional de renta alta) tiene un enorme poder para configurar la cultura mediática y política del país y su sabiduría convencional (incluyendo, por cierto, esta visión de que somos una sociedad de clases medias). Debido en gran parte a la enorme influencia de estos sectores, los temas identitarios absorben un gran espacio mediático y político. Casi toda la realidad es vista y evaluada bajo el prisma identitario. Desde la Constitución europea (cuya bondad se evalúa casi exclusivamente en el reconocimiento o no del catalán) hasta el considerable subdesarrollo del Estado de bienestar (que se explica exclusivamente por la existencia del déficit fiscal con España), casi todo se analiza de acuerdo con el criterio nacionalista (llámese éste como se llame). El último ejemplo de ello ha sido la enorme atención mediática que ha tenido la no aprobación del equipo catalán de hockey por la Federación Internacional de este deporte.

Contrasta esta atención con el silencio o escasa atención mediática de otros dos hechos que se han documentado estos días coincidiendo con el caso hockey. El primero fue un informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona que documentó que un burgués en Cataluña tiene, como promedio, una esperanza de vida 10 años mayor que la de un trabajador no cualificado en paro, siendo ésta una de las mortalidades diferenciales por clase social más altas de la Unión Europea de los Quince. Ningún medio de información cubrió esta noticia y no fue tema de ningún debate o tertulia. Este silencio parecería indicar que lo único que le preocupa a la ideología dominante del país es saber si los certificados de defunción están escritos o no en catalán. Por lo demás, no hay noticia.

Otro ejemplo. La OCDE acaba de publicar su Informe PISA sobre conocimiento educativo comparado, en el que se confirma lo que algunos hemos señalado insistentemente (con muy escasa visibilidad mediática) de que Cataluña y el resto de España están a la cola de la UE en su Estado de bienestar, incluyendo su educación. De acuerdo con tal informe, en matemáticas, comprensión de lectura y otras dimensiones del quehacer educativo estamos muy por detrás del resto de la UE de los Quince. Una causa mayor es que entre el 30% y el 35% de la población de Cataluña de renta alta envía a sus hijos a las escuelas privadas, mientras que sectores de la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares envían a sus hijos a las escuelas públicas. Las primeras reciben los subsidios públicos más altos de España, mientras que las escuelas públicas tienen uno de los gastos públicos por alumno más bajos del país. De ahí que, como han señalado bien los profesores Jorge Calero y Oriol Escardíbul, Cataluña es una de las comunidades autónomas en las que hay una relación más directa entre mayor renta de los padres y mayor posibilidad de ir a la Universidad. El Informe PISA también confirma que tanto Cataluña como el resto de España están entre las zonas en las que la clase social de los padres condiciona en mayor grado el nivel educativo de los estudiantes. El coste de esta polarización educativa por clase social no favorece a ninguna clase social, pues determina y reproduce un bajo gasto público y un bajo nivel educativo tanto en Cataluña como en el resto de España. Como también indica el Informe PISA, el gasto público educativo condiciona en gran manera el nivel educativo de un país. Cataluña, por cierto, tiene una puntuación ligeramente menos mala que el resto de España debido a la variabilidad estadística como resultado del muestreo, y no corresponde, como se ha informado erróneamente, a la superioridad de su sistema educativo.

En realidad, el gasto público por alumno es menor en Cataluña que en el resto de España, realidad que el nuevo Gobierno catalán está intentando cambiar, aun cuando los medios públicos de la Generalitat (aún sumergidos en el ideario nacionalista) apenas han dado visibilidad a este hecho.

Wednesday, June 22, 2005

Los problemas de Catalunya, Parte IV

Bueno, mientras reuno información sobre los problemas reales de Catalunya voy a hablar de un personaje:

Josep Piqué

Vi a Josep Piqué el otro día por la tele, le hacía una entrevista un tipo de estos que fichan por “enrollao” en Localia. Piqué me dio una impresión bastante triste, la de un hombre aislado, que no sabe ni lo que dice ni lo que hace.
Ejemplo: Refiriéndose a la manifestación de Salamanca dijo “Tant se m’en fot!”. Traducción libre para los no versados en lenguas íntimas: “¡Me la suda!”. No le quedó bien. No me cabe duda de que el señor Piqué es un ser humano y dice palabrotas en ambientes distendidos, pero no le quedó bien. Además, no es honesto. Lo honesto en su caso era decir que estaba en contra de esa manifestación ridícula. Por poco importante que sea el tema no puede pretender estar por encima de la situación, sobretodo cuando pertenece a un partido que tiene una postura muy definida.
Sin embargo, dijo algo con lo que estoy casi de acuerdo. Dijo que ni el estatut ni el autogobierno ni los papeles de Salamanca son problemas reales para los catalanes. Y citó como problemas reales que preocupan a los catalanes el trabajo y la vivienda.
A mí esos dos ejemplos me preocupan desde luego bastante más que los papeles de Salamanca, pero hay más problemas.
Entre ellos está el señor Piqué, un ejemplo claro de persona inteligente y deshonesta. Militante del PSUC en su juventud (luego arrepentido), procesado (o intentado procesar)por el caso Ercros, denunciado por de la Rosa, vive en una humilde casita de alquiler en Pedralbes. Por cierto, la casa pertenece a su mujer, el le paga el alquiler, para poder desgravarlo.
Es cierto que es dificil ser del PP aquí, enseguida topa uno con reacciones viscerales llenas de odio de grupos de jovencitos autodenominados “antifeixistes”, pero eso no le confiere ninguna autoridad moral al señor Piqué como para rasgarse las vestiduras ante el pasteleo del 3%.
Bueno, en la siguiente entrada hablaré de problemas más concretos y daré datos objetivos, para que nadie se queje.

Friday, June 17, 2005

Los problemas de Catalunya, parte III

¿Es necesario más autogobierno para Catalunya? Es dificil de decir. La respuesta correcta es sí y no, es decir, sí... Puede. Por un lado está claro que, por más autogobierno y cosas simbólicas que se concedan, sin financiación no hay una verdadera no ya independencia sino autonomía. De hecho, el modelo actual incita al derroche. Al no ser directamente responsable del dinero recaudado las autonomías tienden a hinchar su déficit para obtender más dinero del estado, por un lado, y por otro nadie es responsable. Si el estado diera poco, acusaría a las autonomías de derrochadoras. Y si las autonomías derrochan, acusarán al gobierno de negarles el pan.
¿Como se soluciona esto? Con autonomía fiscal plena. Cada comunidad que quiera aceptar esa responsabilidad recaudará lo suyo y luego un sistema transparente de solidaridad hará el resto. Es un sistema complicado pero que podría funcionar, mejor sin duda que el sistema actual.
Vale, sí. Pero esto es descentralización de libro, mejoras administrativas y poco más. No es así como se vende el nou estatut, por ejemplo, sino como un nuevo impulso en el desarrollo nacional...
Esto nos devuelve a la pregunta eterna... ¿Qué país queremos? El pais que quiero yo y el de mi vecino de al lado no se parecen, no hablemos ya de lo que opina un jovencito de Tremp o un abuelo de Santa Coloma de Farners... Son paises diferentes porque cada uno de nosotros tiene identidades distintas.
¡Acabáramos! ¡Pero si todo es un problema de identidad!... Si, pero no es nada facil lo de la identidad, va ligada a la cultura, y el blog anterior ya he explicado que la cultura catalana existe.
El único texto con el que me he sentido plenamente identificado es “Les Identités Meurtrières” de Amin Maalouf, el famoso escritor. Maalouf es un exiliado libanés que ha vivido muchos años en Francia. Cuando le preguntan si se considera francés o libanes responde, indefectiblemente, “Las dos cosas”. Por descontado le insisten, le preguntan, le dicen que sin duda será mas de un lugar que del otro. El dice: “No, mi identidad se basa en ser a la vez francés y libanés”.
Parece una solución unamuniana, atar una mosca por el rabo, enamorarse de una condradicción, etc. Pero yo, personalmente, no podría sentirme mas identificado. “No, mire usted. Yo soy español y catalán” No digo que aquel que vive en Catalunya tenga que sentirse español, ni mucho menos. Eso sería una tontería. ¡Qué le importa la cultura española, siempre vista como una imposición, al jovencito de Tremp! Y a la inversa, también hay mucha gente en Catalunya que siente exclusivamente la nación española, que existe como tal tras el vaciamiento de Castilla de contenido. Sin embargo mi caso es especial, aunque no tanto en Catalunya. Mi madre nació en Castilla, y yo tengo una querencia por esa tierra, aunque en esa tierra no me quieran a mi... (Es mi destino, el amor no correspondido...). Pero he nacido y he crecido en esta tierra, y eso me hace quererla también.
Se que no mucha gente me creerá, pero soy totalmente honesto. Si les estoy diciendo una mentira tengan la seguridad de que yo la creo real.
Conclusión: Catalunya, administrativamente, necesita más autogobierno. Simbólicamente, puede que también, pero entendiendo que una nación cultural no es lo mismo que una división administrativa. La cultura catalana se extiende fuera de Catalunya, pero la cultura española también existe en Catalunya.

En cualquier caso es tan solo el aspecto político de l’estatut el que se plantea como un caballo de batalla... No se pierdan la continuación. ¿Por qué no son estos problemas importantes para mí?

Thursday, June 16, 2005

Los problemas de Catalunya, parte II

Bueno, estábamos con que las chicas no me hacen caso y por eso hago blogs, ¿no? En fin, no. Estábamos por “la subordinación cultural a la cultura castellana”. Anteayer me perdí hablando de esencias y cosas de esas. En realidad éste es un tema peliagudo, pero no tanto. Mi tésis es que no es importante la subordinación a la cultura castellana, porque el hecho diferencial no alcanza más que a la lengua. No siempre ha sido así.

Históricamente es cierto que el hecho diferencial catalán existía en más de un sentido, en Catalunya había una sociedad civil muy activa, como decía d’Ors (vaya personaje), a diferencia de la España interior. Incluso Larra lo reconoce, en sus tiempos, hablando de ciudades con clase media, como Barcelona o Cádiz (sin duda, por el comercio con las indias) a diferencia de Madrid.
Pero los tiempos del poblachón manchego lleno de subsecretarios, que diría Cela, (o de la ciudad de más de un millón de cadáveres, ya puestos...) hace tiempo que pasaron a la historia. Barcelona hace tiempo que dejó de ser la capital económica, a favor de Madrid. Por eso, no hay un hecho diferencial real en Catalunya más allá de la lengua. Hace tiempo que hay una sociedad civil activa en el resto de España (y si no, miren las manifestaciones del PP... Es broma). Ahora llegamos al meollo. La cultura catalana en catalán se tiene que preservar, porque es singular y propia nuestra. Si, pero ¿De qué manera nos podemos desembrazar del “yugo” cultural castellano? ¿A costa de qué? Catalunya tiene ahora capacidad normativa como para hacer una ley de exclusividad del catalán à la Quebecoise... ¿Qué ganaríamos con ella? Dónde está el límite? ¿No nos estaríamos perjudicando, atacando, o no ayudando, la cultura catalana que no está en catalán, que por lo tanto es indistinguible de la castellana? (como este triste blog de un servidor de ustedes)

Bueno, he estado haciendo trampa. He dicho que el hecho diferencial se limita a la lengua. ¡Como si fuera poco! El conocimiento de una lengua conlleva el de una literatura, y una literatura específica es un elemento conformador de una cultura diferenciada. Sin embargo, pese a creer que es necesario ayudar con discriminación positiva si es necesario el catalán, para mantenerlo como la lengua de cultura que sigue siendo hoy en día, no creo que tratar la catalana como una excepción cultural sea honesto. La cultura catalana no tiene la envergadura de la castellana ni de la francesa y hoy en día hay quien se plantea si uno puede seguir hablando de la excepción cultural francesa, pese a haber dominado esta cultura todas las otras a lo largo de muchos años.

Escribir en catalán no es limitarse, yo leo libros en catalán y es una lengua que quiero y en la que hablo mas de un 50% del tiempo, aunque no la hablaran conmigo mis padres. Limitarse es no querer conocer el catalan o el castellano, o ningunearlo jactandose de su desconocimiento, como cuando uno dice ¡Es que las matematicas nunca se me han dado bien!... Por suerte esta es una actitud que si existe es muy minoritaria, no creo que nadie se enorgullezca de su incultura (aunque la gente lo haga normalmente con las matemáticas).

Para acabar esta perorata, un poco de alarmismo. Ahora, al cabo de los años, en Catalunya hemos alcanzado una cosa complicadísima, que es un cierto equilibrio. Por favor, no nos lo carguemos. Tratemos de amar a la Catalunya real, y no a la de nuestros sueños. Y a la inversa, para todos aquellos que se rien de nosotros (si, de nosotros ) que se miren en el espejo. Que traten de ponerse en el lugar de un niño cuyos padres y amigos hablan en catalán al que se le impone de facto el castellano para desenvolverse con normalidad en sociedad.
Otra vez me he vuelto a alargar demasiado. Pero bueno, quería enfatizar que la cultura catalana es algo bastante grande, amplio y complejo como para estar subordinado u amenazado. Si está amenazada lo está como cualquier otra cultura no anglosajona.

En el blog siguiente hablaré del autogobierno. Y puede que de identidad... Los problemas de verdad los dejaré para otro blog... Catalunya tiene muchos problemas, me parece...

Tuesday, June 14, 2005

Los problemas de Catalunya, parte I

Los problemas de Catalunya són, por éste orden:

- Los papeles de Salamanca.
- La subordinación cultural a la cultura castellana.
- El autogobierno insuficiente

Bueno, supongo que el lector más inteligente ya se habrá dado cuenta de que no creo lo que escribo. Pero es muy difícil proponer una lista de problemas, les emplazo a que me den una alternativa. Por ejemplo, para mi el problema más grande de Catalunya es que las chicas no me hacen caso de la manera que yo querría, lo cual explica todo este tiempo perdido escribiendo artículos que nadie va a leer. Pero no perdamos el problema de vista. Dejando de lado los motivos que me convierten en un pobrecito infeliz, suceden más cosas en Catalunya.
En este primer blog dedicado a los problemas de Catalunya me gustaría analizar un poco la lista de problemas. Dejo para el siguiente blog la lista . Del primero ya he hablado largamente, los papeles de Salamanca. Sin embargo, pese a creer que el lugar de los papeles es el que he dicho, no he hablado de porqué, en realidad, no es tan grave.
No es tan importante porque los papeles de Salamanca no nos afectan en absoluto. Así de fácil. Podemos hablar de dignidad, de memoria y de un montón de cosas más, podemos tener razón, pero en realidad esas son palabras vacías y carentes de significado para un jovencito que se levanta cada día a las 7 para ocupar su sitio en un trabajo sin futuro. Quiero decir que es algo molesto, pero no más molesto que el Barça no gane la liga. Forma parte de la misma categoría de sentimientos, y con la misma trascendencia para nuestra vida diaria.
Ahora pasamos al segundo problema: “La subordinación cultural a la cultura castellana”. La redundancia es para explicitar el hecho cultural, y separarlo del político. Esto es cierto, es una preocupación de mucha gente, el empobrecimiento alarmante de la lengua catalana, el fallo del proceso “academicista” de mantenerla limpia de arriba abajo... Esto se da un poco en todas las lenguas, pero su salud hace que nadie se plantee su desaparición... Sin embargo, en Catalunya el castellano es muy fuerte. Uno puede hacer su vida diaria en castellano pero en general no en catalán, sobretodo en Barcelona. Esto hace que mucha gente, de lengua materna catalana, se sienta discriminada. De ahí medidas como la inmersión lingüística, u otras medidas de “Discriminación positiva”.

Buff, me estoy alargando demasiado. Creo que hará falta otra parte.

Monday, June 13, 2005

Para hablar con propiedad...

El nombre correcto tendría que ser "My Life and Opinions", "Mi vida y opiniones", pero me parecía que sonaba mal así que lo he desechado.
Por descontado este título es referencial. No me atrevo a mirar cuanta gente le ha dado ese nombre a su blog, puede ser sorprendentemente bajo.
Por lo demás tan sólo decir que me comprometo a escribir cuando me venga en gana y a decir siempre la verdad.

Salamanca (Los papeles de)

Bueno, pues finalmente se ha celebrado este sábado pasado la manifestación por el archivo de Salamanca. Desde el PSOE se ha criticado que el PP manipula los sentimientos de la gente, que lo hace, pero eso no lo hace peor que el PSOE, porque bien que los manipulan ellos todo lo que pueden.
Sin embargo, el del archivo de Salamanca es un caso especial, ya colea desde hace más de 10 años y los argumentos para la no devolución siguen siendo igual de falaces. Repasemos los dos argumentos principales:

-Argumento 1: Se romperá la unidad del archivo de la Guerra Civil.

Este parece un argumento incontestable, en principio la unidad del archivo parece un argumento de peso, ni que sea tan solo para la consulta de los estudiosos, sin embargo... Esa unidad no existe. Sé que cuesta de creer, pero el archivo de la guerra civil está repartido, por lo menos, entre Salamanca, Ávila y Guadalajara. Para aquellos que crean que yo soy un tipo intoxicado que no es de fiar, tienen aquí un editorial de un diario tan de izquierdas y tan nacionalista catalán como el Libertad Digital... Entre los insultos y las descalificaciones de costumbre podrán encontrar la confirmación de esa división, por motivos funcionales...
Por otra parte, la digitalización de los documentos asegura la consulta instantanea por todo el mundo. ¿Cuál es entonces la necesidad técnica de que esos papeles estén juntos?

-Argumento 2: Si se quieren esos papeles por una cuestión sentimental, ¿Es que los sentimentos de los salmantinos son menos respetables que los de los catalanes?

En absoluto. El problema es que nunca es explica que entre esos papeles están: Uno, los archivos de la Generalitat de Catalunya, una institución que tiene continuidad desde la IIª Republica, aunque sea en el exilio y dos, las cartas personales de familias que las han reclamado. Nadie les ha preguntado si las querían ceder al archivo, porque, recordemoslo, esos papeles fueron expoliados. No digo que haya unos sentimientos mejores que otros, sino que es una cuestión de justicia que las familias tengan sus cartas personales y que las instituciones tengan sus archivos.

Bueno, espero que los comentarios de este pobre infeliz no caigan en saco roto y, si tan sólo predico a los conversos, por lo menos estos se sientan más justificados.