Friday, June 17, 2005

Los problemas de Catalunya, parte III

¿Es necesario más autogobierno para Catalunya? Es dificil de decir. La respuesta correcta es sí y no, es decir, sí... Puede. Por un lado está claro que, por más autogobierno y cosas simbólicas que se concedan, sin financiación no hay una verdadera no ya independencia sino autonomía. De hecho, el modelo actual incita al derroche. Al no ser directamente responsable del dinero recaudado las autonomías tienden a hinchar su déficit para obtender más dinero del estado, por un lado, y por otro nadie es responsable. Si el estado diera poco, acusaría a las autonomías de derrochadoras. Y si las autonomías derrochan, acusarán al gobierno de negarles el pan.
¿Como se soluciona esto? Con autonomía fiscal plena. Cada comunidad que quiera aceptar esa responsabilidad recaudará lo suyo y luego un sistema transparente de solidaridad hará el resto. Es un sistema complicado pero que podría funcionar, mejor sin duda que el sistema actual.
Vale, sí. Pero esto es descentralización de libro, mejoras administrativas y poco más. No es así como se vende el nou estatut, por ejemplo, sino como un nuevo impulso en el desarrollo nacional...
Esto nos devuelve a la pregunta eterna... ¿Qué país queremos? El pais que quiero yo y el de mi vecino de al lado no se parecen, no hablemos ya de lo que opina un jovencito de Tremp o un abuelo de Santa Coloma de Farners... Son paises diferentes porque cada uno de nosotros tiene identidades distintas.
¡Acabáramos! ¡Pero si todo es un problema de identidad!... Si, pero no es nada facil lo de la identidad, va ligada a la cultura, y el blog anterior ya he explicado que la cultura catalana existe.
El único texto con el que me he sentido plenamente identificado es “Les Identités Meurtrières” de Amin Maalouf, el famoso escritor. Maalouf es un exiliado libanés que ha vivido muchos años en Francia. Cuando le preguntan si se considera francés o libanes responde, indefectiblemente, “Las dos cosas”. Por descontado le insisten, le preguntan, le dicen que sin duda será mas de un lugar que del otro. El dice: “No, mi identidad se basa en ser a la vez francés y libanés”.
Parece una solución unamuniana, atar una mosca por el rabo, enamorarse de una condradicción, etc. Pero yo, personalmente, no podría sentirme mas identificado. “No, mire usted. Yo soy español y catalán” No digo que aquel que vive en Catalunya tenga que sentirse español, ni mucho menos. Eso sería una tontería. ¡Qué le importa la cultura española, siempre vista como una imposición, al jovencito de Tremp! Y a la inversa, también hay mucha gente en Catalunya que siente exclusivamente la nación española, que existe como tal tras el vaciamiento de Castilla de contenido. Sin embargo mi caso es especial, aunque no tanto en Catalunya. Mi madre nació en Castilla, y yo tengo una querencia por esa tierra, aunque en esa tierra no me quieran a mi... (Es mi destino, el amor no correspondido...). Pero he nacido y he crecido en esta tierra, y eso me hace quererla también.
Se que no mucha gente me creerá, pero soy totalmente honesto. Si les estoy diciendo una mentira tengan la seguridad de que yo la creo real.
Conclusión: Catalunya, administrativamente, necesita más autogobierno. Simbólicamente, puede que también, pero entendiendo que una nación cultural no es lo mismo que una división administrativa. La cultura catalana se extiende fuera de Catalunya, pero la cultura española también existe en Catalunya.

En cualquier caso es tan solo el aspecto político de l’estatut el que se plantea como un caballo de batalla... No se pierdan la continuación. ¿Por qué no son estos problemas importantes para mí?

0 Comments:

Post a Comment

<< Home